Memento Mori

Humberto puso su reloj despertador a las 5:30am, aún cuando ya eran las dos y media. Él sabía que debía llegar temprano al trabajo; se acostó pensando en lo atrasado que estaba la edición del libro y que esta vez la editorial no iba a soportar un retraso de parte de su equipo.


Mas eso no era lo que le impedía dormir, sino recordar que a las 5pm tenía una audiencia por el divorcio con Ernestina y que esa misma tarde se decidiría la tenencia de Sofía y Mario, sus dos hijos.


Pensaba en que ponerse mañana, que decirles a los chicos del equipo para poder salir temprano, que le deparaba el juicio. Mientras todo eso pasaba por su mente, una pesadez lo envolvió y su vista se fue nublando pensando en mañana.


Humberto no fue al trabajo, tampoco fue a la audiencia y aunque puntual sonó sin fin el despertador, Humberto jamás despertó.