Un niño llevaba a casa a su majadero padre, cuando de pronto, una ventisca levantó en el aire algunas hojas y a un hombre muy bien vestido.
-¿Quién es ese señor Papá?
Y el miope padre, achinando los ojos de esfuerzo pronto se dio por vencido.
-No sé, pero de seguro era algún político mi'jo, porque ellos son hombre de palabra y a las palabras se las lleva el viento.