L'espoir noir

Un cuento que escribí hace tiempo y que transribí para ponerlo en uno concursito con la consigna "la casualidad".


-¿Qué es L'espoir Noir?
-Nada en particular, es sólo una esperanza negra. Es la solución que nadie dice, porque es violenta es sangrienta o porque atenta contra el orden; pero aún así, como tabú, se la tiene recelosamente escondida y deseosa que suceda para poder así resolver aquel problema.
-Y eso ¿qué tiene que ver con nosotros?
-¿No es esto acaso lo que queríamos?
-No, ¡jamás!.
-A mi me puedes mentir, pero jamás te podrás engañar. No te maceres la cabeza con penas, tristezas o sentimientos de culpa, ha sido cosa del destino que nos dio esta esperanza, este espoir noir.



Venganza
-¿Francisco Damonte?
-Sí
-Bueno, ¿tiene idea por que lo citamos?
-Sí, el robo de hace tres días. Dí mis datos para que me llamaran a declarar, pero la verdad agradecería si se pudiera hacer breve el trámite. Tengo que resolver unas cosas pronto.
-¿No quiere declarar usted tampoco?
-No entiendo
-Hemos citado a varios y ninguno quiso venir; creo que los están amenazando.
-Ni idea. ¿Quiere que le diga como fue el asunto del robo, o no?



El trabajo
-Llegaste tarde Francisco.
-Lo sé, pero recién salgo de la comisaría.
-¿Qué pasó?
-¿Se acuerdan del robo que hubo en el departamento? Justo hoy me llamaron a declarar
-No importa, la cosa es que ahora que estamos todos les voy a contar. Voy a vender la empresa.
-Helena, no estarás hablando en serio.
-Me quiero mudar a otro país y volver a empezar. Me deprimo mucho cada vez que recuerdo a su hermano.
-Apenas murió hace un par de meses y ya quieres vender la empresa?
-Nueve meses.
-Lo que sea. Si quieres que compremos tu parte, no estamos muy bien de plata ahora.
-Lo sé, por eso conseguí un comprador que está dispuesto a comprar toda la compañía.
-¿Estás loca?
-Tengo la mayoría, lo puedo hacer.



La cena
-Francisco, gracias por invitarme a cenar, pero no pienso cambiar de opinión.
-Helena, tengo toda la cena para convencerte, no lo voy a hacer justo cuando estas entrando así que por ahora baja la guardia.
-No cambias más, eres igual de testarudo que cuando German me los presentó.
-Y tú también, por eso nos entendemos y vas a entender que esto es una locura. Pero dejando de lado el tema por un rato, ¿qué tomas, Tinto o blanco?
-Nada, estoy todavía con las cosas del psiquiatra. Agua gasificada estaría bien.
-¿Gasificada?¿Agua gasificada?; sabes que no me gusta.
-Sí, y apuesto que no tienes.
-Bueno, recuerda lo bien que te trato. Bajo a la despensa y te compro tu bendita agua, pero no queiro que me dejes ni una gota.



L' Espoir Noir
-¡Julian! ¡Que es esto!
-El maldito volvió, escuché tiros en tu apartamento y cuando salí lo vi; me desquité por lo de la otra vez. Menos mal que me compre esta arma después del robo.
-¿Tiros en mi apartamento? ¡Helena!



El funeral
-O sea, que el ladrón que denunciaste fue a vengarse y mató a Helena.
-Y Julian, mi vecino, le pegó un tiro. Fue terrible, había sangre por todos lados.
-L'espoir Noir
-¿Qué es L'espoir Noir?
-Nada en particular, es sólo...